El embarazo ha sido un viaje de descubrimiento constante, lleno de emociones y sorpresas en cada etapa. Aquí te compartiré mi experiencia a las 39 semanas, cuando la emoción y la ansiedad se mezclan a partes iguales. Desde los cambios en mi cuerpo hasta las preparaciones finales para la llegada de mi bebé, cada día es un nuevo capítulo en esta increíble aventura.
La recta final: preparándome para el gran día
A medida que me acerco al final de mi embarazo, la realidad de convertirme en madre se vuelve cada vez más palpable. Cada patada del bebé, cada antojo repentino y cada consulta médica se convierten en pequeños recordatorios de la maravilla que está por venir. A las 39 semanas, siento una mezcla de emoción y nerviosismo mientras me preparo para el gran día.